Parece que fue ayer, pero el último Sonic de karts se lanzó en 2019. Sonic Team Racing es un arcade de velocidad competente que, en ciertas cosas, supuso un paso atrás respecto al anterior, Sonic & All Stars Racing Transformed. Al final del verano, SEGA publicará en ordenadores y todas las consolas Sonic Racing CrossWorlds. A la base de los anteriores títulos se suman mecánicas y cambios en la estructura de las carreras que, en conjunto, resultan en uno de los videojuegos de karts más vertiginosos y espectaculares.
En el Summer Game Fest - Play Days jugamos una hora a una versión en desarrollo para PS5, tiempo suficiente para trastear con las opciones de personalización de los coches, sonreír ante la dinámica de juego que da nombre al título, y disfrutar de dos Grand Prix y medio —casi tuvieron que arrancarnos el mando de las manos de tanto que estábamos gozando.
Sin embargo, el sanbenito que siempre ha tenido esta saga puede afectarle esta vez más todavía. Los Sonic de karts se han comparado, con razón, con Mario Kart: un aficionado del juego de Nintendo se sentirá como pez en el agua en un par de carreras, algo que tiene su lado bueno (la familiaridad para un público inmenso) y su lado negativo (con sus virtudes, las comparaciones son odiosas).
En Mario Kart World la principal novedad, o al menos la más publicitada, es el mundo que le da nombre. El final de un circuito se une con el principio del siguiente, lo que da dinamismo jugable y visual a las carreras. Sonic Racing CrossWorlds consigue lo mismo con un método parecido: durante la segunda vuelta de los circuitos cruzamos a otro mundo, a un trazado impactante por lo que sucede en la pista, pero sobre todo a su alrededor.
Al completar la primera vuelta de un circuito, quien va en cabeza verá en la recta de meta dos portales a la izquierda y la derecha: será él quien elija, sin pausas y sin dejar de avanzar, en qué circuito CrossWorld se continúa la carrera.
Al completar ese trazado, para la tercera y última vuelta se retorna al circuito original, que presentará algunos cambios respecto a la primera vez que lo recorrimos.
Con esta dinámica, además de espectacularidad, se suma variedad, interés y pique con la CPU y los otros jugadores. Como los dos circuitos CrossWorld que pueden salir son aleatorios, las carreras a tres vueltas tienen muchas variables. Además, durante toda la primera vuelta estaremos pensando sobre cuál saldrá, cruzando los dedos para que sea el que más convenga con el personaje y el coche que hemos elegido; y en los momentos en los que estamos en cabeza a la par que un rival insistente, es habitual que nos choquemos y lancemos objetos para tratar de escoger nuestro trazado favorito, es decir, el que no quiere el oponente.
Como asterisco a esta idea que tanto nos ha gustado ponemos el diseño de los circuitos normales. En cuanto a trazado, nos han parecido más que correctos, y vuelven a tener el dinamismo que aporta la transformación entre coche, avión y lancha. Pero, aun siendo una carta de amor visual y musical para los aficionados de Sonic, están ambientados de manera un tanto simple, quizá para enfatizar el contraste con los circuitos Crossworld, que son coloridos y efectistas: en ellos huiremos de dinosaurios, veremos a ballenas cósmicas decorar el firmamento y correremos por las ruletas de un casino.
Son tan barrocos en su diseño artístico que contribuyen a la pasmosa sensación de velocidad, sobre todo en las categorías más altas. Los juegos de karts de Sonic siempre han sido vertiginosos, navegando entre un Mario Kart y un F-Zero, hasta el punto de que puede ser confuso cuando se apelotonan los 12 corredores y se lanzan decenas de objetos. Además, casi siempre estamos con el turbo puesto, ya sea por los numerosos impulsores de los circuitos, por el intenso rebufo, por las acrobacias que hacemos al saltar o por un acelerón tras el derrape que se puede cargar con cuatro niveles de intensidad.
A los mandos no es tan fino y preciso como los juegos mencionados, pero puede tener chicha por otro lado: la estrategia. En CrossWorld podemos personalizar el coche con un montón de opciones estéticas (colores, pinturas, pegatinas e incluso texturas) y mecánicas. Dentro de una de las cinco categorías de vehículos, elegimos la parte delantera, la trasera y las ruedas del kart. Eso ya tiene su miga para, junto al piloto escogido con sus propias estadísticas, hacer el coche más eficiente o que mejor se adapte a nuestro estilo de conducción.
Los gadgets pueden darle mucha chicha, sobre todo al online
Tan o aún más importante en la estrategia es el nuevo sistema de matrículas y gadgets. Estos últimos son efectos como que el derrape se cargue más rápido o que el turbo tras realizar una acrobacia sea más potente. Esos gadgets ocupan uno, dos o tres espacios en la matrícula. Los efectos de este sistema pueden ser demoledores.
En un Grand Prix mezclamos un gadget con el que las cajas dan un objeto más, otro con el que es más probable que nos toque el puño (el equivalente a la concha de Mario Kart) y un tercero con el que el puño aumenta de tamaño al lanzarlo. Nos pasamos la carrera arrasando con los oponentes a nuestro paso, a puñetazo limpio. Sin duda, esta mecánica dará lugar a partidas curiosas, pero requiere que SEGA se esfuerce en equilibrarla para que se aproveche su potencial y no se sigan siempre las mismas estrategias.
Sobre todo, más que en el multijugador local para hasta cuatro jugadores, en el modo en línea para 12 corredores, que tendrá juego cruzado. La lista de modos desvelados hasta ahora parece un poco escasa, así que no nos extrañaría que se guardaran algún as bajo la manga: el Grand Prix, elegir carreras y contrarreloj. No parece que vaya a ir escaso ni de circuitos normales ni de Crossworld, ni mucho menos de pilotos: el menú de selección era enorme con personajes del universo Sonic, algunos de sobra conocidos como Tails, Knuckles, Amy; y otros menos, como Jet, Wave y Storm.
Al plantel de más de 20 pilotos inicial se sumarán gratuitamente más de una decena entre los que hay caras conocidas de SEGA más allá del erizo azul, como Joker de Persona 5, Ichiban Kasuga de Like a Dragon y Hatsune Miku. No faltará un pase de temporada, incluido con la Digital Deluxe Edition, que añadirá paulatinamente nuevos circuitos, personajes y partes de vehículos, los primeros de ellos procedentes de Minecraft.
Las carreras de Sonic y sus amigos vuelven el 25 de septiembre
Las comparaciones con la principal saga de karts del mercado seguirán estando ahí, pero estas primeras partidas con Sonic Racing CrossWorlds nos han convencido por su sensación de velocidad y por su dinamismo, generado sobre todo gracias a dos mecánicas: los vistosos circuitos de otros mundos al que viajamos en mitad de las carreras, y el sistema de gadgets que puede generar combinaciones estratégicas alocadas. ¿Conseguirá con esto estar a la altura del alabado Sonic & All Stars Racing Transformed? Saldremos de dudas el 25 de septiembre, cuando se estrene en PC, Switch 2, PS5, Xbox Series, Switch, PS4 y Xbox One.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar a una versión preliminar para PS5 en el Summer Game Fest - Play Days.
