Tras el lanzamiento de Assassin's Creed Shadows el pasado mes de marzo, un juego que seguirá recibiendo nuevos contenidos y mejoras durante los próximos meses, muchos fans ya se están preguntando cuál será la nueva entrega de la saga, teniendo en cuenta que hay varios juegos anunciados desde hace años, como Assassin's Creed Jade y Assassin's Creed Codename HEXE.
Con algo de incertidumbre debido a cambios internos y a la colaboración entre Ubisoft y Tencent para gestionar la saga, según informan desde Insider Gaming la compañía francesa ha trazado un plan estratégico para los próximos seis años, con al menos nueve títulos en desarrollo, incluyendo ambiciosos RPG, remakes, experiencias multijugador y un juego móvil.
Todos los Assassin's Creed que llegarán en los próximos 6 años
El próximo título de la saga en llegar será Jade, ambientado en la antigua China y diseñado específicamente para teléfonos móviles. A continuación le seguirá Invictus, una propuesta multijugador con tintes desenfadados, inspirada en Fall Guys, donde 16 jugadores competirán en partidas rápidas; si todo sale según lo previsto, contará con al menos cinco años de soporte.
Ubisoft también prepara Obsidian, un remake de Black Flag, que será reconstruido desde cero utilizando el motor gráfico Anvil. Más adelante llegará Hexe, una entrega que promete un enfoque más oscuro y ocultista, programada para salir tras finalizar el ciclo de contenido de Shadows. Tras Hexe, el próximo gran RPG será Scarlet, posiblemente el rumoreado Assassin's Creed Nebula, que llevaría a los jugadores por escenarios tan diversos como la India, el Mediterráneo y el imperio azteca.
Más adelante aparecerán Stardust, otro remake del que aún no se conoce el título original, y Emerald, un nuevo multijugador con enfoque PvE y un plan de vida útil también de cinco años. Finalmente, Ubisoft ya tiene proyectados otros dos títulos: un tercer RPG y un tercer remake, aunque de momento se desconocen sus nombres, estudios responsables y ambientaciones.
La intención de Ubisoft es alternar grandes RPG cada dos o tres años con títulos más pequeños o remakes entre medias, maximizando así la explotación de la franquicia Assassi's Creed en diferentes formatos y estilos de juego. Algunos proyectos han sido cancelados en el proceso, como Mask, el juego que se vinculaba a Netflix, y al menos uno de los títulos multijugador previamente en desarrollo.