Pocos podían imaginar que 2025 sería el año de Ninja Gaiden. Comenzó con la nueva versión de Ninja Gaiden 2 Black y continuará en los próximos meses con Ninja Gaiden: Ragebound y Ninja Gaiden 4 a cargo de PlatinumGames. Y no entraba en ninguna quiniela que detrás de Ragebound, una reinvención de los clásicos de NES, se encontrase un estudio español: The Game Kitchen, responsables de Blasphemous.
En Vandal ya hemos podido disfrutar de una demo de Ninja Gaiden: Ragebound y todo apunta a que la desarrolladora sevillana hará justicia a una saga clásica con una aventura 2D que se complementa muy bien con las entregas más modernas de Team Ninja. Acción, cortes precisos y una dificultad con el punto justo de dificultad.
"Cuando el mundo se vuelve cruel, nacen los héroes"
Ragebound transcurre de manera paralela al primer Ninja Gaiden, con Ryu Hayabusa cediendo el protagonismo a Kenji Mozu, ninja de la aldea de Hayabusa. Puede que no sea tan diestro con la espada como Ryu, pero eso no le detendrá para enfrentarse contra un ejército demoníaco. No es el único personaje jugable, puesto que también conocemos a la asesina Kumori, que utiliza otras armas y poderes demoníacos. Antes que nada, comentar que la demo que hemos jugado (de aproximadamente una hora de contenido) incluye el inicio del juego y algunas misiones seleccionadas, por lo que no conocemos los detalles de esta extraña fusión entre Kenji y Kumori.En cualquier caso, tenemos justo lo que muchos fans veteranos podrían desear de Ninja Gaiden: un plataformas con muchos combates. The Game Kitchen no ha llevado la saga a su terreno, el del metroidvania al estilo de Blasphemous 2, sino que es un juego fiel al ADN de la antigua Tecmo. Aunque tenga sus zonas secretas y alguna pequeña bifurcación, la estructura es lineal, con niveles de unos 10-20 minutos de duración, acción rápida y una valoración final en base al tiempo, enemigos derrotados, combo máximo, desafíos (objetivos secundarios) y coleccionables recogidos.
El control de Ninja Gaiden: Ragebound es simplemente perfecto, responde muy bien y el control de Kenji o Kumori nos da mucha libertad de movimientos (puedes esperar escalada por paredes, saltos con cortes, el potente Arte de la Ira...), algo que necesitarás porque el diseño de cada "pantalla" es muy de 8 bits: enemigos colocados a mala idea (en posiciones estratégicas, lanzando proyectiles...), emboscadas y de vez en cuando un subjefe o enemigo más peligroso que la media.
No todos los rivales son iguales: hay algunos con el aura expuesta, que al ser derrotados nos dan un ataque potenciado para cortar obstáculos y eliminar los enemigos más resistentes con un tajo o arma secundaria; también puedes activar la hipercarga con el consumo de vitalidad. Si juegas con inteligencia, los enemigos con aura deberían ser los primeros en caer para después pasar a aquellos que van mejor protegidos, lo cual impide que en Ragebound ataques a todo lo que se mueve sin sentido: es arriesgado y no es la manera más eficiente.
No nos olvidamos de Kumori, una asesina del Clan de la Araña Negra. Su presentación está omitida en la demo y cuando aparece ya se ha formado la alianza con Kenji, si bien sabemos que pese a las reticencias entre los dos, tienen un objetivo común y se necesitan para enfrentarse a las fuerzas del mal. Esto amplía las posibilidades del combate de Kenji con el lanzamiento de los kunai (consumen la barra de ki) para atacar y resolver pequeños puzles de interruptores, o la posibilidad de utilizar los altares demoníacos para pasar a una nueva dimensión. Lo que hemos visto son secciones contrarreloj con Kumori que consisten en desbloquear una puerta mientras esquivamos o derrotamos enemigos, con alguna mecánica única de teletransporte.
Ninja Gaiden: Ragebound es tremendamente divertido. Es principalmente un juego de acción salpicado por alguna zona de plataformas (que hayamos visto, ninguna extremadamente complicada) y no al contrario, con zonas de combates ineludibles y otras donde puedes avanzar como desees, parándote con cada enemigo o esquivando/luchando a la carrera (los speedruners tienen mucho para experimentar). Abundan los puntos de guardado, pero no los encontrarás cada dos pasos, y la dificultad nos ha parecido que tiene una curva de dificultad muy buena: no vas a sufrir demasiado en sus primeras misiones, pero los errores se pagan caro. Al terminar la demo se da la posibilidad de jugar a uno de los niveles en difícil.
Todo en este juego de The Game Kitchen apunta muy alto. Como podéis ver, la desarrolladora se ha inclinado por pixel-art detallado y bien animado por el que son conocidos, así como Lizardcube (Streets of Rage 4, Wonder Boy: The Dragon's Trap) se ha inclinado por una estética más de cómic con su Shinobi: Art of Vengeance (otra de las sagas ninja veteranas que regresa en breve). En la banda sonora encontramos a Sergio de Prado (Blasphemous) con música cañera y toques orientales. También han contribuido compositores de la trilogía original (Keiji Yamagishi, Ryuichi Niita, Kaori Nakabai).
Conclusiones
¿Imaginas cómo sería un Ninja Gaiden creado en los 80/90 con el detalle visual de los 32 bits? Eso es más o menos Ninja Gaiden: Ragebound. Su demo nos ha dejado con ganas de ver más: nuevos y temibles jefes, más localizaciones o las sorpresas que tiene guardada esta aventura con Kenji y Kumori. La fluida jugabilidad, la dosis justa entre ingredientes retro y diseño moderno, la presentación audiovisual, el planteamiento decididamente arcade y el reto constante (sin rozar la frustración) nos hacen pensar que puede ser una de las gratas sorpresas del verano, y quizás del año.
Ninja Gaiden: Ragebound se lanza el 31 de julio en PC, PlayStation, Xbox y Nintendo Switch.
Hemos escrito estas impresiones con un código de descarga de la demo en PC proporcionado por Dotemu.